#AlertaXochicuautla Pronunciamiento de los Pedregales

Hace unos 100 años aquello que era vital para la vida de los campesinos causó una revolución que, para la historia de México, ha significado orgullo. Pero hoy, la destrucción de esos ideales, de esa memoria y de esos pueblos, pretende ser borrada por el CAPITALISMO, por el dinero, por la avaricia, por la insensatez, por la modernidad y por el desarrollo. Vemos lastimosamente, como sólo un grupo de personas toman las decisiones sobre lo que sucederá con la tierra, nuestra fuente de trabajo, nuestra identidad, nuestra vida…

Quiénes se han creído para pensar que la tierra que guarda nuestra historia, nuestra riqueza como individuos, nuestra vida misma debe ser una carretera, un complejo inmobiliario, una Zona de Desarrollo Económico y Social, un aeropuerto o una zona residencial, cuando nunca han vivido sobre ella. Quiénes son para decidir qué es lo más conveniente para México, si jamás han pisado sus campos, cosechado sus frutos o recolectado el pasado que nos hace sentir unidos a esa tierra, a ese suelo que con dinero pretenden destruir.

Por qué en vez de preocuparse en darnos educación, salud, alimentación y seguridad, se preocupan en construir megaproyectos, como la carretera Toluca-Naucalpan, que sólo incrementa el círculo de la pobreza, despojando a los habitantes de sus fuentes de trabajo y sus formas de vida. La única respuesta que encontramos ante estas incógnitas, es que a ese grupo de personas que a puertas cerradas deciden nuestro porvenir, sólo les interesa enriquecerse a costa de la miseria y el dolor de nuestros pueblos, que sin otra arma más que nuestro corazón, defendemos la tierra, el agua, el viento y el sol, los bienes comunes que ustedes con su dinero nos han ido quitando y privatizando.

Desde los Pedregales de Coyoacán, nos duele ver cómo empresas tan corruptas como HIGA, nos quitan de un plomazo el bosque otomí. Podemos vivir sin dinero, pero sólo se darán cuenta de ello cuando ya no queden bosques en la tierra, ni ríos, ni cosecha. Nos duele ver cómo XOCHICUAUTLA sufre porque México debe entrar en la modernidad y la vanguardia, pero lastimosamente México es sólo una palabra, que se usa de pretexto para enriquecer a personas tan despreciables como Peña Nieto y su familia.

¿Por qué aquellos que pregonan el “Mover a México” tienen el derecho de quitarnos nuestras tierras, y nosotros que protegemos la historia y la vida, somos tratados como delincuentes, como antimodernos y peligrosos para una nación que se desquebraja por culpa de los que nos inculpan?

Es por esto que nos pronunciamos en contra de la carretera Toluca-Naucalpan, un proyecto de despojo, que tiene como telón de fondo una limpieza social de los pueblos originarios, que con su humildad y valentía nos han demostrado que Xochicuautla es Semilla y que su resistencia se replica por todo el país. Condenamos este reinicio de la construcción de la autopista y hacemos responsable al gobierno de Enrique Peña Nieto y Eruviel ávila, de los atropellos al pueblo de Xochicuautla, los hacemos responsables de la miseria, la corrupción y la impunidad que pervive en este Estado de México que sigue en resistencia constante. Su lucha también es nuestra y desde el corazón de la ciudad buscamos defender sus demandas. Si a esta carretera le llaman desarrollo y bienestar para la nación, nosotros le llamamos mentira y codicia. Su modernidad solo causa pobreza y hambre, y Xochicautla es sólo un ejemplo más de la impunidad que hay en nuestro país, por eso gritamos:

¡Xochicuautla escucha, Pedregales en tu lucha!

Coordinación de Asambleas de los Pedregales de Coyoacán

Documental, la herida que se mantiene abierta

Nos solidarizamos con la lucha de los compañeros de Atenco, que como nosotros se caracterizan por defender su tierra, su patrimonio y su historia.

«En México, los pueblos han aprendido a defender a la madre tierra, frente al despojo de los gobiernos que pierden los principios y la moral y se convierten en meros ejecutantes de intereses mezquinos de empresas trasnacionales» Trini líder comunitaria de Atenco